jueves, 9 de junio de 2016

Costanera Center: las dificultades en torno a su construcción

Publicado por: cnnchile

Costanera Center Drone 2



Publicado por: Pedro Riveros 

Presentacion Titanium la portada y Costanera center


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Edificios Titanium la portada y Costanera center

Titanium La Portada:
Diseño Conceptual
El diseño de "Titanium La Portada” surgió de las particularidades de su emplazamiento, lo que permitió crear una obra en sintonía con el lugar. La cuenca del río Mapocho determinó la forma de la torre, que emerge como una gran nave que surca el torrente urbano.
 El conjunto comprende dos volúmenes curvos, el principal con planta ovalada de 52 pisos siguiendo libremente el curso del río Mapocho y otro menor, cóncavo y paralelo al eje de Vitacura.
La torre principal está formada por dos grandes velas de cristal que giran en torno al eje vertical.
Se organiza en torno a veinte ascensores agrupados en tres sectores con seis cabinas cada uno. La operación se complementa con dos ascensores que se detienen en todos los pisos que pueden utilizarse en caso de incendio.
En las fachadas rectas se ubican los equipos de climatización, los disipadores de energía sísmica y las plataformas de rescate. Estos elementos funcionan como un todo orgánico que permiten al edificio "respirar, transpirar y contorsionarse".
Estructura
La estructura del edificio Titanium La Portada está conformada por un núcleo rígido de hormigón armado y una estructura flexible de marcos en el perímetro, unidos por medio de una membrana horizontal compuesta por vigas, losetas pretensadas y una sobrelosa estructural.
*Una gran innovación fue incorporar, cada tres pisos, disipadores de energía sísmica, los cuales funcionan como amortiguadores, reduciendo las deformaciones del edificio hasta en un 40% en caso de sismo. Esta tecnología hace que la estructura funcione como los discos intervertebrales de la columna y que los disipadores de energía actúen como fusibles, reemplazables en caso de un gran terremoto.
Los disipadores de energía son los primeros de su tipo utilizados en Chile. Capaces de disminuir las deformaciones y vibraciones del edificio hasta en un 40% en caso de sismo y viento, otorgando mayor seguridad y vida útil a la estructura.
Construcción
Entre dos faenas, el primer hormigonado de la fundación y el último afinado de la losa del helipuerto, separadas por 220 metros de altura, transcurrieron veintiséis meses de una dura e intensa labor de trabajadores, jefes de obra, subcontratistas y profesionales. En los momentos álgidos de la construcción, los empleos directos llegaban a 1300. Las faenas se dividieron entre "el cielo y la tierra", entre la consolidación de los subterráneos y "el piso de ataque" en la frontera superior de la obra. Durante más de dos años se desarrollaron en forma paralela las faenas de obra gruesa, instalaciones y terminaciones, lo que demandó un trabajo muy preciso de coordinación, logística y seguridad.
En total se instalaron 13.000tons de fierro y aproximadamente 52.000m3 de hormigón. Se emplearon en forma directa 288.000 horas/hombre y se logró alcanzar una velocidad de construcción de 3,5 pisos por mes.
Por la altura de la construcción, se utilizaron tres grúas trepadoras que se apoyaban en la estructura misma del edificio y que, mediante gatas neumáticas, iban subiendo a medida que éste crecía.
Las gruas empleadas en "Titanium La Portada" fueron del tipo "luffing" de pluma articulada. Este mecanismo permite desplazar carga utilizando un radio de operación más pequeño y evitar el ruido que provoca el desplazamiento de los carros.
El hormigón fue alzado por medio de poderosas bombas. Para ello fue necesario instalar cañerías de acero ancladas en la estructura y disponer de un brazo pivotante para verter el hormigón de las vigas, losas, pilares y muros.
Más del 75% de la superficie del edificio fue construido con losetas alveolares pretensadas de hormigón y cable, lo cual permitió agilizar el proceso de construcción y disminuir el impacto del polvo y el ruido propio de las faenas de hormigonado. Además se prefabricaron los disipadores de energía sísmica, las escaleras de hormigón armado, vigas especiales y todas las fachadas del edificio.
La faena de excavación se ejecutó bajo un esquema de "muros bajando". La presencia de una gran cantidad de agua proveniente del río Mapocho en los niveles inferiores dificultaba la construcción.
Costanera center
El 13 de marzo 2016 se da inicio a las obras del costanera center
Costanera Center contempla la construcción de un mall de seis niveles con 210.000 m² construidos, cinco subterráneos para estacionamientos con 230.000 m² construidos y cuatro torres.
Estas son:
Torre N°1 (Andrés Bello), que contempla oficinas y hotel 5 estrellas, de 170 m de altura y 50.000 m²    
Torre N°2 (Santiago), que incluye 300 oficinas corporativas, de 300 m de altura y 125.000 m²                       Torre N°3 (Nueva Tobalaba), también con oficinas, de 170 m de altura y 50.000 m²                                          Torre N°4 (Vitacura), dotada de oficinas profesionales, centro médico y hotel 4 estrellas, de 100 m de altura y 35.000 m².
También contempla obras viales, como un puente sobre el río Mapocho para conectar Tobalaba con el sector de El Salto Kennedy, una conexión peatonal hacia el Metro de Tobalaba, el ensanchamiento de avenidas principales, puentes sobre el Canal San Carlos, generación de nuevas pistas, accesos y salidas vehiculares desniveladas que mejoran la conectividad, creación y mejoramiento de áreas verdes y espacios públicos con adecuados accesos al complejo.
Esta obra -que está siendo acreditada como edificio LEED- posee muros cortina de alta eficiencia térmica y estética, rigurosos sistemas de seguridad e innovadores métodos constructivos. Los sistemas constructivos en las torres, que tienen estructuras con núcleo y perímetros de hormigón armado sismo resistente, se construyen mediante moldajes y grúas trepantes de última generación.
*Durante la obra gruesa, se instaló una planta hormigonera en la obra para evitar el tráfico de camiones de hormigón por la ciudad y las colas frente al edificio.
La estructura se compone de siete módulos independientes entre sí, analizados sísmicamente por separado y diseñados según la normativa vigente en Chile, Diseño Sísmico Nch 433 of 96, y para pisos superiores de mall (estructura metálica), la norma de Diseño Sísmico Industrial Nch 2369 of2003.
Adicionalmente, las pieles o revestimientos de fachadas serán en base a aluminio y cristales termopaneles de máxima performance con óptimos coeficientes de sombreo y transmitancia lumínica.
Los diferentes servicios como electricidad y fuerza, seguridad y control, agua potable y otros, se ubicarán en el piso mecánico principal sobre el centro comercial, distribuyendo a los usuarios según sus necesidades, permitiendo un adecuado control y una economía en los consumos.

En este proyecto se coordinan más de 30 especialidades y unos 15.000 planos. En la obra gruesa, donde 14 grúas han trabajado simultáneamente, se emplearán unos 350.000 m³ de hormigón y 85.000 toneladas de acero (unas 10 Torres Eiffel). La Torre más alta tendrá 27 ascensores, 21 de los cuales serán "double deck", esto es con cabinas de dos pisos.

Asimismo, se emplearán 20 millones de horas hombre durante toda la construcción y unos 500 profesionales tendrán que ver con los proyectos o la construcción. El proyecto tendrá unos 140.000 m² de superficie de muros cortina con unos 90.000 m² de cristal. Sobre el centro comercial y a 44 m de altura, se proyecta una cubierta verde (roof garden) que tendrá 25.000 m², siendo ésta la primera y más grande cubierta verde de Santiago.

Presentación

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Historia de como se edifico

Costanera Center
La construcción de un rascacielos toma tiempo y bien lo saben los profesionales que participan en el desarrollo de la Torre Costanera, protagonista del mall Costanera Center propiedad del holding Cencosud, del empresario Horst Paulmann. “El proyecto se encargó en 1989 para explotar un terreno comprado a la CCU, en 1986. Se desarrolló un diseño similar al actual, cuyas diferencias fundamentales son las alturas de las torres y del mall. En 1993 el emprendimiento se interrumpió por seis años. Tras esta pausa, se gestionó la reaprobación de una propuesta levemente distinta a la anterior y hasta el 2005 nuestros arquitectos y el equipo de Cencosud trabajaron en la elaboración del proyecto final”, explica Besançon.
Los ocho años transcurridos desde la primera propuesta no fueron en vano. Por una parte, el proyecto creció considerablemente –la última expansión significó aumentar en 50 m la altura de la Torre Costanera, pasando de los 250 m originales a 300 metros- debido al aprovechamiento de aspectos como la constructibilidad casi ilimitada que permite la normativa municipal.
Primero, este profesional es el autor de la idea conceptual del rascacielos. Luego, tuvo una participación directa en la elección de los materiales y, finalmente, definió cuatro aspectos fundamentales: La estructura de la construcción, el área de circulaciones verticales que debe ser reducida y efectiva, el lobby que “debe proyectarse con gran dignidad y mucha elegancia”, y la piel o recubrimiento de fachadas. “El muro cortina es lo más importante del edificio. En este caso es transparente con abundante transmitancia de luz al interior”, señala Besançon. Así en la elección del cristal, que contó con la decisiva participación del arquitecto norteamericano, se privilegió elegancia, transparencia y condiciones térmicas. El cristal es el material predominante de la fachada, sin incluir grandes perfiles de aluminio.
La Torre Costanera forma parte de una obra de casi 700.000 m2, que incluye un mall de 6 niveles, 200 locales comerciales, 4.500 estacionamientos, cubierta con terraza, parques, áreas verdes y piscina. A esto se suman tres rascacielos, dos de 170 m donde se ubicarán lujosos hoteles y uno de 100 m para oficinas y un centro médico.
Un total de 13 grúas y 2.800 trabajadores en terreno se utilizarán en el peak de la construcción.
Para superar el desafío, en la Torre Costanera se realizó un estudio que dividió los ascensores en tres niveles, low, mediun and high rise, que permiten subir de 20 en 20 pisos, acota Besançon. “La gran torre cuenta con un núcleo central, condicionado por la geometría del diseño de las circulaciones verticales. Resultó un cilindro vertical conformado por muros acoplados por dinteles en los ascensores y puertas”
 En cuanto a ascensores destaca la tecnología double deck, cabinas de dos pisos, cuyo primer nivel se posa en los pisos pares y el segundo en los impares. Pero la ingeniería no concluye aquí. Sí, porque el viento sopló con fuerza sobre los modelos de la mole de hormigón, tanto que previo al diseño los ingenieros confiesan haber tenido dudas sobre la influencia de este factor: “Había indicios que bajo ciertas condiciones el viento podía controlar el diseño estructural de la torre. Los modelos se sometieron a un túnel de viento, prueba que consistió en una maqueta de la torre de 1 m de altura que incluía modelos de los edificios y las estructuras ubicadas hasta cuatro cuadras a la redonda de la gran torre”, señala Lagos. “Al transformarse el viento en un actor relevante, el uso del método dinámico de la norma chilena Nch. 432.Of. 71 ‘Cálculo de la acción del viento sobre las construcciones’ se hace necesario, pero presenta limitaciones. Por ello, se consideró adicionalmente la norma americana ASCE7-05.
“Los períodos naturales de vibrar de las megatorres, del orden de 6.0 segundos, hacen caer la solicitación símica en un rango de valores en el que la norma chilena Nch 433.Of 96 ‘Diseño sísmico de edificios’, no es tan precisa. Dada la flexibilidad de las torres, el diseño sísmico queda controlado por terremotos lejanos subductivos interplaca tipo thrust, con epicentros entre 300 a 500 kilómetros, que no están bien representados en la norma”. El viento y los movimientos telúricos son cargas horizontales, siendo la fuerza sísmica generalmente mayor, especialmente en países como el nuestro. Sin embargo, en edificaciones de gran altura el viento puede generar un efecto volcante que controla el diseño de ciertos elementos. Un tema no menor que requiere de acciones especiales. “Para evitar el efecto del momento volcante sobre la torre se diseñó una fundación más grande que la habitual, funcionando como un mono porfiado”, explica Lagos. Las fundaciones de hormigón soportan las cargas desde la base del edificio, evitando la caída de la estructura cuando azota el viento.
¿La solución? “En casos de resonancias muy altas se aplican elementos especiales. Por ejemplo en la Torre Costanera se recortaron las esquinas del edificio de manera de descolocar al viento y evitar las aristas tradicionales”. Así, debido a las modificaciones en la geometría, la frecuencia con la que sopla del viento no es la misma en todo el edificio, lo que evita la vibración. Los ingenieros no descartan el uso de disipadores de energía como masas sintonizadas o estanques de agua para contrarrestar las fuerzas que podrían azotar al edificio, sin embargo aseguran que en la Torre Costanera no hay problemas de aceleración excesiva, el edificio presenta un período de vibración de 6”, usual para su altura.
En este proyecto se coordinan más de 30 especialidades y unos 15.000 planos. En la obra gruesa, donde 14 grúas han trabajado simultáneamente, se emplearán unos 350.000 m³ de hormigón y 85.000 toneladas de acero (unas 10 Torres Eiffel). La Torre más alta tendrá 27 ascensores, 21 de los cuales serán "double deck" , esto es con cabinas de dos pisos.
Asimismo, se emplearán 20 millones de horas hombre durante toda la construcción y unos 500 profesionales tendrán que ver con los proyectos o la construcción. El proyecto tendrá unos 140.000 m² de superficie de muros cortina con unos 90.000 m² de cristal. Sobre el centro comercial y a 44 m de altura, se proyecta una cubierta verde (roof garden) que tendrá 25.000 m², siendo ésta la primera y más grande cubierta verde de Santiago.
CCU dejó el terreno de 42 mil metros cuadrados ubicado en Avenida Costanera Andrés Bello donde estaba una de sus plantas de elaboración. Ese año fue abandonado hasta que en 1986 lo compró la inmobiliaria Las Verbenas de propiedad de Cencosud.

http://especiales.pulso.cl/costanera_center/index.html

Aparece el nombre y proyecto Costanera Center, cuando la inmobiliaria Las Verbenas solicitó un permiso de edificación a la Municipalidad de Providencia con la idea de desarrollar un centro comercial de US$150 millones con 240 mil metros construidos que se iba a inaugurar en 1994. Además tendría dos torres de 30 pisos para oficinas, un hotel de 400 habitaciones y tres mil estacionamientos subterráneos.

http://especiales.pulso.cl/costanera_center/index.html
La construcción aún no se iniciaba, todavía a la espera de mejores condiciones económicas. Y en esa fecha, el gerente general de Easy homecenter, Diego Sola Prats, revela que sólo en el segundo semestre de 2003 podrían iniciarse las obras. Un año más de postergación.

Horst Paulmann en persona contactó en su oficina de Nueva York al arquitecto argentino César Pelli, el mismo que desarrolló el proyecto de las Torres Petronas de Kuala Lumpur (Malasia) para que le dé vida a un proyecto de rascacielos en Santiago.
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Termina la preparación del terreno y las excavaciones requeridas y se vierte hormigón para las fundaciones del centro comercial Costanera Center.

http://especiales.pulso.cl/costanera_center/index.html
La Gran Torre Costanera posee una losa de fundación de 3 m de espesor con una superficie de 52,8 x 52,8 m
La magnitud de la construcción requirió algo único: el grupo levantó en el mismo complejo una planta de hormigón para mezclar áridos, cementos y ripio, asegurarse una alta calidad del producto y evitar una larga caravana de camiones en las afueras de la obra.
Otro elemento inédito: Cencosud compró las 13 grúas que requiere la construcción del complejo. La alemana Libherr proporcionó cada grúa y todas ellas tenían un sistema de GPS que permitía un control a distancia desde Alemania. "Se han aplicado todas las técnicas de los grandes rascacielos del mundo", dice un experto en la obra.
En moldajes, estructuras provisorias que permiten levantar muros, Cencosud trabajó con la alemana Peri, líder mundial en el segmento, que en la torre 2 compartió roles con la austríaca Doka. "Lo más novedoso eran los sistemas autotrepantes, que era la primera vez que se usaban en Chile", dicen fuentes vinculadas a la construcción. Esta tecnología permite avanzar de un piso a otro con propulsión, sin grúas, y protege el trabajo en altura de los operarios.
“Teníamos un terreno de 50 mil m2 donde no había espacio para acopio. Cuando hacíamos hormigones, llegamos al peak de 650 cubos, pero cuando empezamos con los masivos, llegamos a 1.500 cubos. La logística no nos daba”, agrega Stuardo La solución, fue instalar una planta de hormigones en la obra con una autonomía de 700 m3 diarios, de los que se gastaban 650. “Cargábamos la planta en la noche con áridos, cemento y aditivos y en el día lo gastábamos. La distribución se hacía desde la planta a través de 2 bombas. “Desde ahí teníamos una matriz de piping que llegaba hasta las 4 torres por la horizontal, subía por la vertical y sobre la torre montamos los distribuidores de hormigón”, indica el gerente del proyecto. También durante la construcción, se trabajó con 15 grúas torre.

En junio de 2012 se inaugura el centro comercial Costanera Center. Un mall de 197.790 metros cuadrados y 340 locales. También están las multitiendas Paris, Jumbo, Easy, Johnson's, Falabella, Ripley, Cines Movieland, Zara y Rincón Jumbo. 16 restaurantes y un patio de comida con capacidad para dos mil personas. Tiene 5.700 estacionamientos en cinco niveles. Y para acceder se construyó una pasarela peatonal de 75 metros de largo y 6 metros de ancho.